viernes, 23 de julio de 2010

Acciones Biológicas

La testosterona actúa de manera biológica en muchas de las funciones del cuerpo, incluyendo la función sexual y el equilibrio endocrino.
El espectro de acción de la testosterona está relacionado con la edad.
Es importante recordar que la acción de la testosterona nunca está limitada a la de la testosterona pura, ya que puede transformarse en dihidrotestosterona (DHT) o en estradiol en los tejidos blanco.

Periodo embrionario

Durante el periodo embrionario, la testosterona es importante para la diferenciación sexual masculina.
Durante la fase de diferenciación sexual, la testosterona estimula el desarrollo de los derivados del Conducto de Wolff: el epidídimo, los conductos deferentes y las vesículas seminales. La hormona AMH (Hormona Anti- Mülleriana) que se produce en las Células de Sertoli suprime el desarrollo de los derivados del conducto de Müller (útero y trompas de Falopio). Durante la fase embrionaria, el crecimiento de los genitales externos, particularmente del pene, depende principalmente de la dihidrotestosterona (DHT).

Pubertad

Durante la pubertad el aumento de andrógenos provoca el crecimiento del pene. La testosterona y la dihidrotestosterona (DHT) inducen también el crecimiento de la laringe, con el correspondiente alargamiento de las cuerdas vocales, el crecimiento del vello axilar, púbico y corporal así como el crecimiento de la barba.
En la piel, la DHT estimula la actividad de las glándulas sebáceas.En los músculos, la testosterona favorece la síntesis de proteínas y por lo tanto, origina un aumento en la masa muscular.

Edad adulta

La influencia de la testosterona en la sexualidad y las funciones reproductivas incluyen el aumento en la libido y la calidad y frecuencia de orgasmos.
En los testículos, la testosterona regula la espermatogénesis junto con FSH.
La testosterona es esencial para que ocurran las erecciones.
La testosterona y el estrógeno juegan un papel crucial en el metabolismo de los huesos. El factor decisivo para la mineralización, y por lo tanto, para la densidad de los huesos, es el estradiol producido a partir de la testosterona directamente en el hueso.
La testosterona estimula la hematopoyesis tanto por la acción directa en la médula ósea como porque fomenta la producción de eritropoyetina renal y extra renal.
La testosterona influye también en el metabolismo de los lípidos, así como en la composición de la grasa corporal. Aumenta la masa muscular no grasa y disminuye la proporción de grasa, produciendo así un efecto positivo en la obesidad y el síndrome metabólico.
La testosterona, la DHT y el estradiol tienen efectos prácticamente en todas las regiones del cerebro. En el hipotálamo y la hipófisis, estas hormonas ejercen una retroalimentación negativa en la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH) y en la secreción de gonadotropina.
Las acciones psicotrópicas de las hormonas incluyen efectos positivos en las funciones y estado mental, y una sensación de bienestar general tanto en el estado de ánimo, como en el vigor.

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